Arcade Fire nunca fueron santo de mi devoción pero
Reflektor tiene toda la pinta de ser una
buena mancha en la carrera del grupo, pues lo inmortal se vuelve carne y este
es un disco pasable muy lejos de lo Arcade Fire tiene acostumbrado a sus fans.
Y es que en este doble álbum es uno de los acontecimiento
musicales del 2013 querámoslo o no, Arcade Fire agudizan un problema gordo. Da
la sensación de que Arcade Fire, en su ansiedad por hacer de cada disco una
genialidad inmortal, han perdido el sentido de lo epatante mientras no cesaban
de ver cómo molaba su ombligo. Y nadie se lo avisaba. Ya que tienen a David Bowie en un pedestal
deberían aplicarse una de las virtudes del viejo zorro británico, quien siempre
supo reinventarse.
La idea de hacer un trabajo casi electrónico no
parece muy brillante, ya que al disco le sobran, al menos, 25 minutos. Lo que
es aún peor, parece ser que la idea original del grupo era un álbum corto, algo
se les fue la cabeza para terminar con uno doble. ‘Normal Person’, ‘You Already
Know’ y ‘Porno’, son sin duda lo más bajo del álbum. El combo ‘Here Come The Night Time’ es irritante
por sus repeticiones e intento de psicodelia. Pero en vez de ser el cierre del
disco como ésta, es el aburrido inicio del disco 2.
La arrogancia es un pecado que ha dañado muchas
carreras, estos amigos han intentado hacer una disco inmortal, una leyenda para
la primera década del siglo xx. Desde luego no lo han conseguido y lo peor es
que no lo necesitaban pues aun con Reflektor,
son un grupo genial, todos sus anteriores trabajos son una colección de
genialidades y esperemos que se repongan de este traspiés y vuelvan su a camino.
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