Direct hits de The Killers

La banda de La Vegas acaba de cumplir 10 años -si bien ‘Hot Fuss’ no se publicó hasta 2004- y considera 4 discos y algo más de una docena de singles suficientes para echar la vista atrás. ¿Por qué no se equivocan? A pesar de la imperfección de sus álbumes o de las tibias críticas recibidas desde el principio hasta el final, rara vez han errado en el lanzamiento de sus sencillos, que han tocado varios palos en manos de productores casi antagónicos entre sí, y siempre sin dejar de sonar a sí mismos. Apenas en ‘For Reasons Unknown’, por cierto la única canción en la que Brandon ha tocado el bajo, se te ocurre que quizá podrían haber esperado un álbum más para repasar su carrera, porque entretienen hasta números menores de su discografía como ‘Runaways‘ o el nuevo sencillo Shot At The Night.

El orden cronológico es infalible, como casi siempre. Direct Hits comienza con dos de sus mejores canciones, ‘Mr. Brightside’ y ‘Somebody Told Me’. En medio encontramos Smile Like You Mean It’, ‘Read My Mind’, “I got soul, but I’m not a soldier” himnos de su etapa de consolidación como su seña de identidad actuando en Live 8 y conquistando a Robbie Williams y hasta a  llenar estadios como U2 (a quien admiran abiertamente) y Coldplay (‘All These Things That I’ve Done’);

Su música había contenido sintetizadores desde sus inicios y probablemente fue eso lo que introdujo sus primeros singles en las pistas de baile indies. Sus diversas producciones, pero siempre ha resaltado por encima de todo la identidad de la banda, bien sea gracias al creciente e indudable carisma de Brandon Flowers (que ya prepara segundo disco en solitario) y su estupenda voz, o bien gracias a su particular visión del mundo, capaz de meterse al público en el bolsillo incluso hablando de cosas tan personales como su padre alcohólico, la importancia de la religión para salir adelante o el escenario de la desolación en Las Vegas (se aprecia muy bien en ‘A Dustland Fairytale’). O quizá fueron simplemente las canciones, llenas de estribillos apoteósicos, pizpiretos tecladillos y otros ganchos. No sé si se me ocurrirá alguna vez volver a poner un disco de estudio de los Killers, pero un “greatest hits” era muy necesario para dejar de inundar su carrera de cuatros y seises como si no hubieran aportado nada a la música pop de los últimos años.